En 62 días echa a rodar el balón en Rusia. Los balones del Mundial nunca pasan desapercibidos, al contrario: siempre quedan en el recuerdo por su diseño, personalización e historia.
Pero, ¿cuál fue el primero? Lo cierto es que el primer balón del Mundial estuvo rodeado de polémica. Era de diseño sencillo, rudimentario, poco o nada personalizado. Lo habitual para la época.
Uruguay albergó el primer Mundial, que se disputó en 1930. Por aquel entonces, la competición no tenía nada que ver con lo que es ahora. De hecho, los participantes fueron invitados por la FIFA, y no jugaron fase de clasificación. Fueron los dos vecinos, Uruguay y Argentina, los que llegaron a la final.
Y la inexperiencia era evidente: la FIFA no disponía de balón oficial. Así que cada selección jugó con el suyo propio. Cabe destacar que el concepto de ‘balón’ era bastante difuso, puesto que las formas esféricas brillaban por su ausencia.
Balón Tiento vs Modelo T: dos balones y un destino
Los argentinos estaban habituados a jugar con uno bastante pesado y de 12 paneles, conocido como balón de tiento. Se denominaba tiento a una tira de cuero que, atada entre sí, fijaba los paneles del balón.
Los uruguayos, desconfiados, quisieron imponer el suyo, también fabricado con cuero, aunque la diferencia es que sus paneles formaban una T.
Finalmente, la primera mitad de la final se disputó con el modelo argentino. Los albicelestes se fueron al descanso con un 1-2 a favor. Pero, en el segundo tiempo, los locales se sintieron cómodos con su esférico… y remontaron hasta ganar 4-2. Uruguay se proclamó campeona del Mundo por primera vez.