Sábado. 21:30 horas. Sevilla y Barcelona se medirán en una nueva final de Copa del Rey de fútbol. Sólo hay un precedente y fue hace dos temporadas. El Barcelona se llevó la Copa ante los sevillanos por 2-0 en el Calderón, en un partido en el que la emoción se mantuvo hasta el final. Los culés marcaron su dos tantos en la prórroga y el partido se pudo sumar a la lista de finales de Copa con un toque especial.

A lo largo de la historia ha habido finales que han dejado su huella por distintos motivos. Las recordamos.

El Espanyol nunca olvidará cómo consiguió su tercera Copa del Rey. Primera final de Copa del siglo XXI. Espanyol y Atlético se enfrentaban en Mestalla y no pudo arrancar mejor el encuentro para los pericos: primer ‘Tamuzado’ de la historia.

Robó de cabeza el balón al portero rival y no tuvo más que rematar a puerta vacía en el minuto 3. A poco del final, Sergio González marcó el segundo con un golazo desde la frontal sin dejar botar la bola. De nada sirvió el gol del Atlético en el 90’.

Hubo épica en Mestalla aquel día.

Un hecho sin precedentes ocurrió en 1995. Valencia y Deportivo jugaban la final en el Santiago Bernabéu, hasta que el temporal acabó con el fútbol aquel día.

A nueve minutos del final, y con el marcador de 1-1, empezó a diluviar. Por lo que el colegiado no tuvo más remedio que parar el encuentro. El estado del césped hacía el juego impracticable e incluso los vestuarios llegaron a inundarse.

El remedio fue disputar los minutos restantes tres días después, una solución que favoreció a los coruñeses. A los dos minutos de reanudarse la final, Alfredo Santaelena hizo el definitivo 2-1, consiguiendo así el Deportivo su primera Copa del Rey.

El agua también fue protagonista hace casi 90 años, así como el contexto político de 1929. Por un lado, en Valencia, sede de la final, estaba cayendo una gota fría que hizo de Mestalla un césped embarrado e impracticable. Por otro, el opositor al régimen de Primo de Rivera fue encarcelado en la ciudad del Turia cuando llegó aquel día para movilizar a los detractores del gobernante.

El gobernador civil de la ciudad, temeroso de que también los 8.000 aficionados desplazados se quejasen por la cancelación del encuentro, decidió que el partido se jugase. Porque Valencia ya tenía bastante con lo que tenía ese 3 de febrero de 1929… Así que el duelo se jugó con lluvia, aguacero y barro sobre el terreno de juego.

El partido empezó con una imagen curiosa. Quesada (Real Madrid) cometió penalti sobre Broto, pero con la lluvia no se distinguía el punto de penalti. Por lo que el árbitro tuvo que contar 11 los pasos correspondientes para establecer la posición del lanzamiento. Los blancos fallaron el tiro. Finalmente, la caótica final del agua fue para los pericos por 2-1. Fue la primera Copa para los blanquiazules.

El Getafe vivió su época gloriosa hace una década. Además de casi eliminar al Bayern de Múnich en la antigua UEFA (actual Europa League) en 2008, los madrileños disputaron dos finales consecutivas de Copa del Rey.

En 2007 dejaron con la boca abierta a muchos en semifinales ante el Barcelona. Tras el 5-2 a favor de los blaugranas en la ida, con el mítico golazo de Messi a lo Maradona, los azulones hicieron historia al levantar la ronda con un sorprendente 4-0 en el partido de vuelta. Así, llegaron a la final en el Bernabéu que perdieron por la mínima ante el Sevilla.

Un año después, los madrileños repitieron y se volvieron a quedar con la miel en los labios cuando el Valencia ganó por 3-1.